miércoles, 24 de septiembre de 2008

CUADRO DANTESCO

La barca de Dante, Eugène Delacroix, 1822.
Óleo sobre tela.
Museo del Louvre, París.

¿Qué mejor que estrenar el blog haciendo alusión al nombre que lleva?

¡CUADRO DANTSCO!
Expresión que nació en referencia al horror del Infierno de La Divina Comedia de Dante, obra maestra de la literatura universal. Expresión que le da nombre a este blog de manera totalmente accidental, ya que fue cuestión de probar hasta encontrar algún nombre disponible...
Fue así como, pensando sobre qué tema se podía escribir, resolví que era una expresión muy ingeniosa y atractiva como para desaprovecharla. ¿Por qué no dejar que su título comience a darle forma a este espacio?
Ilustraremos, entonces, esta primera entrada con una obra de arte del romanticismo: La barca de Dante. Inspirada, por supuesto, en La Divina Comedia, es la primera pintura de Delacroix en la que se revela su verdadera condición de artista, logrando así el reconocimiento de sus contemporáneos. Por primera vez, sale del anonimato: firma el cuadro; y como si fuera poco, somete la obra a valoración del jurado del Salón de arte de París de 1822. Con mucho éxito, la crítica advierte el dinamismo interno del encuadre y la uniformidad del modelado de este cuadro evidentemente influenciado por sus referentes: Miguel Ángel, Rubens y Gericault.
Podemos ver en la escena, una verdadera muestra de tragedia y dramatismo protagonizada por Dante y Virgilio, quienes se encuentran atravesando el río que rodea la ciudad de Dita en el infierno (se la puede ver en llamas al fondo) guiados por el barquero Flegias. Para terror de los protagonistas del cuadro, las almas condenadas, retorciéndose en las aguas de barro, intentan desesperadamente escapar de su destino colgándose del barco.

... lo que podría llamarse, un auténtico CUADRO DANTESCO.

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